Cinturones
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El cinturón a la vista de todos
Aunque pueda parecer que los cinturones siempre han estado ahí para ayudarnos a que no se nos caigan los pantalones, lo cierto es que esa es una función bastante reciente. Por un lado, porque los pantalones en sí son un invento relativamente nuevo, y por otro, porque no siempre ayudan a sujetar un pantalón.
Esta prenda, también llamada correa, cinto o faja, según el país en el que estemos, lleva sobre nosotros desde la edad de bronce y durante siglos, tanto hombres y mujeres lo han utilizado para ceñir al cuerpo túnicas, vestidos y camisolas. De hecho, en algunos momentos de la historia, las mujeres llevaban hasta dos cinturones: uno interior para sujetar las telas y utilizarlo como bolsillo y otro exterior, que algo también sujetaba, pero sobre todo lo que hacía era decorar.
Ha sido símbolo de estatus ya que se ha fabricado en todo tipo de materiales y en su hebilla se han grabado (o forjado) marcas, emblemas o blasones. Pero eso sí, siempre por la cintura (de ahí su nombre) y siempre sobre la ropa, chaquetas incluidas.
Sostén y seguridad
El cinturón, que tanto uso había tenido, perdió fuelle durante un par de siglos hasta la llegada del modernismo en torno a 1920. Hasta entonces, los pantalones tenían un talle más alto, por encima de la cintura y no necesitaban mayor sujeción, aunque a veces se usaban tirantes. Las mujeres, sin embargo, ya habían dejado de utilizarlo puesto que sus faldas y blusas ya no lo necesitaban: habían aparecido los corsés para darle forma a la cintura.
Así que, a partir de los años 20, los pantalones bajan un poco por debajo del ombligo y los cinturones vuelven a escena: para sujetar, sí, pero también para enseñar ya que su hebilla, como sigue ocurriendo, queda al aire con la chaqueta abierta. Las mujeres también lo fueron incorporando a su moda con los vestidos que se ceñían a la cintura a partir de los años 40.
Variedad y distinción
Ya tenga una hebilla discreta o una más llamativa y original, hay tantos cinturones como ocasiones. Aunque en la vida cotidiana, valga cualquiera, el protocolo dicta que el cinturón debe ir a juego con los zapatos. Pero hay más cosas que tener en cuenta, a saber:
Debes tener en cuenta el tamaño de tu cintura. Súmale 2 cm al perímetro del pantalón para saber qué talla necesitas. Los trajes requieren además un cinturón estrecho (sus trabillas también lo son, pero además debe ser más discreto), no así los vaqueros u otros pantalones informales, que requieren uno más ancho. Las hebillas, mejor que no destaquen, sobre todo si es para una ocasión formal. Y recuerda, si vas a necesitar cinturón con distintos pantalones, lo mejor es tener varios cinturones.
Los mejores cinturones están en Katoni
Parece que este accesorio tiene tanta miga en su elección como historia. Pero eso no es un problema aquí porque tenemos una amplia variedad de cinturones, pensados para todos los bolsillos y pantalones. Date una vuelta, sigue nuestros consejos y marca tendencia.